El profesor Souto hace siempre lo que le da la gana: aventura e inventa más allá de su creador. Es el privilegio y el tributo de José María Merino. Podríamos decir que Souto es un auténtico personaje ficticio, tan versátil que mantiene una estrecha amistad con su creador a lo largo del tiempo y de las páginas de sus libros. No escapan las similitudes entre uno y otro, de pareceres y de naturaleza, aunque el profesor Souto profesa su propio destino lejos de la voluntad artística. Encarna quizá este personaje único, ese otro que nos acompaña a todos nosotros: aquel que sueña, escribe, siente el peso y el paso del tiempo y procura descifrar el misterio de los innumerables lenguajes.
Grabado en español ibérico (España).