Hermann Hesse

Acostumbramos a trazar límites demasiado estrechos a nuestra personalidad. Consideramos que solamente pertenece a nuestra persona lo que reconocemos como individual y diferenciador. Pero cada uno de nosotros está constituido por la totalidad del mundo; y así como llevamos en nuestro cuerpo la trayectoria de la evolución hasta el pez y aun más allá, así llevamos en el alma todo lo que desde un principio ha vivido en las almas humanas.

«El buda me ha robado —reflexionó Siddharta—. Me ha robado, pero más aún me ha regalado. Me ha robado un amigo que creía en mí y que ahora cree en él, que era mi sombra y que ahora es la sombra de Gotama. Pero me ha regalado a Siddharta, a mí mismo.»

Ausente, solitario y extraño, estaba sentado con una expresión fría, pero llena de preocupaciones, y mirando en el vacío.

desde sus ventanas oye vivir al mundo y a los hombres y se sabe excluido, pero no se mata,

Hermoso y encantador era, así, caminar por el mundo, así como niños , así despertado, así abierto a lo que está cerca, así sin desconfianza.

“Escribir es bueno, pensar es mejor. Ser inteligente es bueno, ser paciente es mejor ".

Tuve que pasar por tanta estupidez, por tantos vicios, por tantos errores, por tanto disgusto, desilusión y aflicción, solo para volver a ser un niño y poder comenzar de nuevo.

En esta hora, Siddhartha dejó de luchar contra su destino, dejó de sufrir.

El mundo, mi amigo Govinda , no es imperfecto, o está en un camino lento hacia la perfección: no, es perfecto en todo momento, todo pecado ya lleva el perdón divino en sí mismo, todos los niños pequeños ya tienen a la persona mayor en sí mismos, todos los infantes ya tienen muerte, todos los moribundos la vida eterna.

Pero para mí, únicamente me interesa el poder amar a ese mundo, no despreciarlo; no odiarlo ni aborrecerme a mí mismo; a mí sólo me atrae la contemplación del mundo y de mí mismo, y de todos los seres, con amor, admiración y respeto.