Ley del Aborto de 1967.
El aborto se legalizó en el Reino Unido (excluyendo Irlanda del Norte), pero debían cumplirse una serie de condiciones: que fuera antes de las veinticuatro semanas de gestación, que dos doctores lo hubieran aconsejado y que proseguir con el embarazo fuera perjudicial para la salud física de la madre o del hijo, o la salud mental de la madre. Esta ley sigue vigente. En España, la Ley Orgánica 2/2010 permite abortar hasta las catorce semanas de gestación, o hasta la semana veintidós si existe riesgo para la vida o la salud de la embarazada, graves anomalías en el feto o anomalías incompatibles con la vida.