para evitar que se descubriera su encuentro secreto con un ¿amante?, ella telefoneó al puesto de policía más próximo al lugar con objeto de alejar de allí a los agentes.
«Soy una chica inocente, a la que han secuestrado y tienen encerrada en la casa de ******** en ********. Quieren hacerme algo terrible, pero he conseguido aprovechar un momento de distracción para hacer esta llamada. ¡Sálvenme, por favor! ¡Sálvenme, por favor!». Con voz apresurada, entrecortada, daba este tipo de avisos con gran verismo, haciendo que el coche patrulla se desplazase a lugares completamente apartados.