A Iván II lo llamaban Iván Krasni o Iván el Justo. Ya no era joven, pues debía de tener unos treinta años,
Dianela Villicaña Denaje citiralaпре 2 године
Qué lástima, porque sólo los príncipes de los cuentos de hadas aceptan a ranas por esposas. Son mágicas y pueden volverse bellas cuando quieran. Así que me temo que no habrá príncipe para mí, Lioshka
Dianela Villicaña Denaje citiralaпре 2 године
Los iconos eran sagrados. Los hombres honrarían su casa cuando supieran que en ella vivía un hombre que pintaba iconos