Jorge López Páez

Permanecí en silencio preguntándome: ¿Qué iba a hacer con mi libertad?

Luego me fue enseñando a hacer el amor y al ver mi entera dedicación a él, me hacía reparar en la diferencia de edades

para que de ese modo siguiéramos uno de los señalamientos de Víctor: no ser promiscuos, porque yo

Era mejor que creyera en su buena suerte, que se cree acompaña a los guapos.

“Toda alegría que no provenga del vino es ficticia”.

había tal súplica en su mirada, como si yo pudiera remediar su situación, y la única que se me ocurrió fue desvestirlo poquito a poquito, como si quisiera que no se diera cuenta

con lo guapa que es y lo elegante, y no mala situación económica, ya ve usted a su edad no se ha podido casar

No tengo ningún plan, para que estés tranquilo: no tengo planes. El único que tú conoces es estar contigo mientras tú quieras.

El resultado del reacomodo fue que yo podía ver a la perfección todo su aparato reproductivo, claro que no fijé mi mirada en él, pero era inevitable, lo tenía enfrente, y la vista de él sobre mí.

se volvió hacia mí para besarme, me parece que me hizo cosquillas con su bigote. Hasta ahí recuerdo.