Así cuando iniciemos un ligue, no podremos evitar sonreír todo el rato, ya que sabemos lo que llena el aire con esa fragancia dulce y sabrosa. He aquí el verdadero efecto que debe producir un perfume. Siempre nos cuentan que esas sustancias odoríferas nos hacen eróticos para los demás. ¿Y por qué no usar nuestro propio perfume, mucho más eficaz? En realidad el olor a chocho, polla y sudor nos pone cachondos a todos. Lo que pasa es que la mayoría de la gente está desnaturalizada y piensa que todo lo natural apesta y que lo artificial huele a gloria.