El oso no había terminado de crecer, pero él tampoco. Forcejeó y acabó mirando unos ojos rojos, pequeños y desesperados. Rob se dio cuenta de que el oso estaba tan asustado como él mismo, pero el animal dominaba la situación y tenía a quien acosar.
Ximena Ahuactzin Floresje citiraoпре 2 године
Sebo, manteca de cerdo y un toque de perfume. Vaya, vaya, lo cierto es que se vende bien
Ximena Ahuactzin Floresje citiraoпре 2 године
Rob se retiró con las dos pelotas y practicó en un pequeño claro del bosque. Con demasiada frecuencia la pelota azul topaba con la roja produciendo un suave golpe seco que parecía mofarse de él. Las pelotas caían, rodaban y tenía que recuperarlas, por lo que se sentía ridículo y enfadado.
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b1318401485je podelio/la utisakпре 2 године
👍Vredna čitanja
Muy interesante
Armando Torresje podelio/la utisakпре 3 месеца
👍Vredna čitanja
sqv8wb4wbje podelio/la utisakпрошле године
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