«El tipo de conexión que necesitamos es esta conexión —me dijo moviendo la mano entre ella y yo—, la del cara a cara, la que nos permite mirar, tocar, oler y escucharnos los unos a los otros… Somos criaturas sociales. Estamos hechos para estar conectados los unos con los otros de un modo seguro y solícito, algo que la mediación de una pantalla no puede ofrecer de ninguna manera».