A la hora de separar el grano de la paja de todo lo que me proponía transmitir sobre Trump tuve en mente dos enseñanzas fundamentales para los escritores, más una tercera para los periodistas de investigación en particular:
En primer lugar, y siempre, es preferible la brevedad mediante el uso de detalles y acontecimientos reveladores a ofrecer todos los detalles y todos los acontecimientos.
En segundo lugar, una enseñanza de F. Scott Fitzgerald, uno de los comentaristas estadounidenses más sagaces: los actos marcan el carácter. A lo largo de todo este libro he hecho alusión a la conducta de Trump. Nunca podremos conocer con certeza su carácter, pero podemos examinarlo y valorarlo en función de sus actos.