Si por casualidad no te cuentas entre las filas de los seres extraordinarios (en otras palabras, si no te despiertas en mitad de la noche flotando a dos palmos del colchón porque has olvidado amarrarte a la cama, si no te brotan llamas de las manos en los momentos más inoportunos ni masticas los alimentos con tu boca posterior), te ruego devuelvas el volumen de inmediato al lugar donde lo encontraste y olvides que esto ha sucedido.