los dioses son los mismos, por supuesto, pero se preocupan más por la justicia en la Odisea que en la Ilíada. Intervienen menos en los asuntos humanos, se requiere un sentimiento aparte y personal, como el que vincula a Ulises con Atenea, y un respeto por el misterio divino tiende a reemplazar a los enfrentamientos directos de la Ilíada. Finalmente, desde un punto de vista literario, la Odisea tiene menos fuerza, pero más seducción, discreción, medias tintas, una psicología más matizada. Se encuentra a veces en la Odisea casi un rechazo de lo heroico, una negación de lo épico