Conversación telefónica.
LIBRERO: Muy bien. Con el coste de envío incluido, el total suma 13,05 libras. Por favor, deme el número de su tarjeta para hacer el cargo.
CLIENTE: No, ni hablar. Le exijo que me cobre 12,99. No voy a pagar ninguna cantidad que empiece con el número trece. Usted intenta echarme el mal de ojo. O cambia el total o buscaré una librería donde no deseen que me caiga por una alcantarilla y me muera. ¿Entendido?