Edelvives

A veces, mientras dormitaba, me parecía oír que aquellos dos personajes a los que había dado vida conversaban intercambiando susurros. La reiteración de las eses me mantenía despierta y aumentaban las ganas de escribir, como si lo que yo ponía en las hojas fuera dictado en verso por el jorobado y la bailarina.

Así que empezó a maullar pidiendo ayuda. Y pasó la noche y volvieron los pescadores. Pero cuando a alguno se le ocurría ayudarle, los otros le decían que no se preocupara, que no era su llanto, que estaba tocando el violín, y como el gato se encontraba bastante lejos, lo dejaban así.

Así que los pescadores dejaron de ir a pescar al muelle, donde casi no había peces, y el gato quedó solo, llorando junto a su violín.

Los Poetas Oscuros. Estoy segurísimo de que ellos son los responsables de todos los robos de libros valiosos. Porque Cien años de soledad es el más popular de los libros valiosos que se han robado, pero hay otros

Pensaban, aquella vez, llegar a la ruta y volver. Pero su padre los había descubierto antes.

Tal vez por eso seguía aferrada a las promesas.

Porque al final, todas las respuestas, todos los problemas y todas las soluciones están dentro de la caja de un piano vertical. Entre notas, en blanco y negro, con silencios y sonidos. Es como me lo dijo Cristian una vez: la vida es muy parecida a la música, sólo hay que aprender a escucharla.

Lucrecia: la chica de playera blanca, de pupilas celestes, de pelo suelto, de jeans cortados.

Pero Gapelú adoraba su violín y muy lejos estaba de la idea de abandonarlo.