Arantza Larrauri

Apenas recordaba
el nombre individual de las estrellas solitarias
porque eran vulgares y aburridas
y parecían ajenas a los hilos
que unen el mundo.
Decía, sin embargo,aquellos nombres....
Osa Mayor,Osa Menor, Pegaso...
Hablaba de las constelaciones con alegría
admirando sus dibujos multiformes,
admirando su leal alineamiento,
admirando su generosa dependencia.
Así fue como descubrimos
el valor de la amistad,del vínculo sagrado;
en los paseos nocturnos con el abuelo,
junto al río,
sobre el puente donde se mecían los chopos

No le quites importancia
a lo que hoy me hace llorar

Qué suerte
saber
que las caricias y palabras
que pronunciamos esta noche
son una prolongación del ayer
y un augurio del mañana.
Qué serenidad da
saber
que este amor
navega en tabla rasa
sobre mares sosegados.
Ni peces gigantescos
ni submarinistas despistados
la volcarán