Jeannette Hyde

Puedes usar aceitunas kalamata u otras variedades de aceitunas negras.

2 naranjas grandes peladas, abiertas en mitades y cortadas en medias lunas

1 cebolla roja pelada y cortada en medias lunas finas

3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra

2 cucharadas de aceitunas kalamata sin hueso y troceadas

1 lata pequeña de anchoas en aceite de oliva troceadas

Mezcla los ingredientes en un cuenco de ensalada y sirve de inmediato.

Ensalada de naranja de Mario

Triple verdura Fases a y b

Para 2 personas

2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra

1 trozo de jengibre fresco pelado y rallado o picado de 1 cm

aprox. 1 diente de ajo pelado y picado

1 puerro lavado y cortado en rodajas

1 ¼ tazas de guisantes dulces con la punta gruesa de la vaina

cortada 100 g de espinacas lavadas

1 chorro de salsa tamari (solo en la fase 2)

Pon el aceite a calentar en una sartén, con el jengibre y el ajo. Añade el puerro y remueve hasta que esté blando. Añade los guisantes dulces y las espinacas, y sigue removiendo hasta que se reblandezcan las espinacas. Añade un chorro de salsa tamari y sirve.

Sopa de calabaza y boniato

espolvoreada con nueces

y guindilla Fases a y b

Para 4 personas

Esta receta es ideal para aumentar los niveles de vitamina A. Es importante para fortalecer el revestimiento intestinal y se encuentra en los pigmentos naranjas de las verduras. También es importante el caldo de pollo, que contiene colágeno. Si no tienes mucho caldo en la nevera, diluye el que te quede con agua hirviendo; a falta de caldo puedes usar solo agua hirviendo, aunque cuanto más caldo haya, mejor, no solo por el colágeno, sino porque te saciará más que solo agua.

Para la sopa:

3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra

1 cebolla roja pelada y picada

1 diente de ajo pelado y picado

700 g de calabaza moscada y boniato (si no tienes tiempo, en los supermercados los venden ya cortados)

2 tazas de caldo de pollo o de agua, o una mezcla de ambas

cosas.

Sal marina

Pimienta negra recién molida

Para el aderezo:

Una pizca de sal marina y de pimienta negra recién molida Nueces peladas y en mitades (10 mitades por persona)

Copos de guindilla seca para espolvorear

Pon el aceite de oliva a calentar en una sartén, a fuego medio, y sofríe la cebolla y el ajo picados hasta que estén blandos y un poco transparentes.

Añade la calabaza moscada y el boniato y sofríelos hasta que estén blandos.

Incorpora el caldo/agua y deja hervir a fuego lento durante 20 minutos, parcialmente tapado, hasta que la calabaza y el boniato se deshagan al pincharlos con un tenedor.

Mientras tanto, pasa las nueces por la sartén, espolvoreándolas con una pizca de guindilla en copos y de sal marina, hasta que estén calientes y aromáticas.

Pasa la sopa por la batidora y añade sal y pimienta recién molida al gusto. Antes de servir, esparce las nueces por encima.

Sopa de pimientos

y tomate al horno Fases a y b

Para 4 personas

Puedes servirlo como entrante de la cena, para aumentar el recuento de verduras o como plato principal a mediodía, esparciendo semillas como fuente de proteínas. Si estás en la segunda fase del plan, desmenuza por encima un trozo de Roquefort del tamaño de una caja de cerillas.

5 tomates grandes

2 pimientos rojos, morrones o italianos (los alargados y puntiagudos)

2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra

1 cebolla pequeña picada

1 diente de ajo pelado y picado

1 ¾ tazas de caldo de pollo o agua calientes

Sal marina y pimienta negra recién molida

Precalienta el horno a 220º C.

Pon los tomates y los pimientos en una bandeja de horno y echa por encima una cucharada de aceite de oliva virgen extra. Déjalos en el horno durante 20-30 minutos, hasta que se formen burbujas en la piel, y sácalos.

Pon los pimientos en una cazuela fría tapada y déjalos enfriar unos 15 minutos; así se suelta la piel y es más fácil pelarlos. (Hay gente que sin piel los digiere mejor. Si no tienes problemas con digerir las pieles, y no te repiten, puedes saltarte este paso.) Pela los pimientos y quita las semillas y los tallos.

Cuando se hayan enfriado un poco los tomates, retira la piel.

Calienta el aceite de oliva restante en una sartén a fuego medio. Añade las cebollas y el ajo y sofríelos unos 5 minutos. Incorpora los pimientos y los tomates sin dejar de remover. Añade el caldo (o el agua, si no tienes caldo) y déjalo entre 5 y 10 minutos a fuego lento.

Pasa la mezcla por una batidora potente, sazona al gusto y sirve.

Trucos rápidos para desplazar
a los cereales por verduras

Ceviche peruano Fases a y b

Para 4 personas

A los diecinueve años estuve seis meses en Lima, aprendiendo español. Al principio me daba asco la idea de comer pescado crudo, pero luego, al volver a mi país, lo eché mucho de menos. En Perú había cevicherías por todas partes, locales informales que servían exclusivamente ceviche, acompañándolo con mucha cebolla roja, lima y chile, que «cocinan» el pescado crudo. Si te gustan el sushi, el sashimi y el wasabi, lo más seguro es que te encante el ceviche.

durante un mes para ayudar a que mejore tu sistema digestivo.

dos piezas de fruta fresca al día.