Sopa de calabaza y boniato
espolvoreada con nueces
y guindilla Fases a y b
Para 4 personas
Esta receta es ideal para aumentar los niveles de vitamina A. Es importante para fortalecer el revestimiento intestinal y se encuentra en los pigmentos naranjas de las verduras. También es importante el caldo de pollo, que contiene colágeno. Si no tienes mucho caldo en la nevera, diluye el que te quede con agua hirviendo; a falta de caldo puedes usar solo agua hirviendo, aunque cuanto más caldo haya, mejor, no solo por el colágeno, sino porque te saciará más que solo agua.
Para la sopa:
3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
1 cebolla roja pelada y picada
1 diente de ajo pelado y picado
700 g de calabaza moscada y boniato (si no tienes tiempo, en los supermercados los venden ya cortados)
2 tazas de caldo de pollo o de agua, o una mezcla de ambas
cosas.
Sal marina
Pimienta negra recién molida
Para el aderezo:
Una pizca de sal marina y de pimienta negra recién molida Nueces peladas y en mitades (10 mitades por persona)
Copos de guindilla seca para espolvorear
Pon el aceite de oliva a calentar en una sartén, a fuego medio, y sofríe la cebolla y el ajo picados hasta que estén blandos y un poco transparentes.
Añade la calabaza moscada y el boniato y sofríelos hasta que estén blandos.
Incorpora el caldo/agua y deja hervir a fuego lento durante 20 minutos, parcialmente tapado, hasta que la calabaza y el boniato se deshagan al pincharlos con un tenedor.
Mientras tanto, pasa las nueces por la sartén, espolvoreándolas con una pizca de guindilla en copos y de sal marina, hasta que estén calientes y aromáticas.
Pasa la sopa por la batidora y añade sal y pimienta recién molida al gusto. Antes de servir, esparce las nueces por encima.