¿Qué tienen en común el pequeño príncipe, Romeo y Julieta, Otelo, Javier Marías, Alex, un recuerdo que no volvió a ocurrir, Marisa, los editores de libros y el Gran Teatro Liceo? Muy fácil, a Milena Busquets, haciendo el esfuerzo que vale la pena ("estar con un hombre: no.")
Editorial Anagrama escribió sobre este libro lo siguiente:
"Instantáneas de una vida. Un lienzo impresionista de momentos vitales: alegrías, dolor, recuerdos, anhelos… Una suma de elegantes piezas breves que conforman un mosaico: lo que hemos dejado atrás, lo que atesoramos en la memoria y lo que está por venir; la persona que fuimos, la que somos y la que acaso seremos en el futuro."
Y es que así es Milena, una memoria, una historia hecha de retazos, de pensamientos que aparentemente son inconexos, pero que tiene de trasfondo el descaro y la desnudez de las palabras, por que es honesta y no te miente, escribe bien y lo cuenta aún mejor en este ejercicio insólito de autorretrato desacomplejado, pero plagado de frivolidad, de coquetería y sensatez, de exaltación y sosiego.
«Hay que oscilar entre la pasión y la sangre fría, sin detenerse en los términos medios.»
El título es la expresión más justa de este libro "Las palabras justas", se trata de un diario sumamente expresivo, un relato de la vida, con días tristes y días felices, escrito sin subterfugios y son estrategias ridículas de pudor y precaución.
«Uno escribe solo ante el peligro, no hay otra manera honesta de hacerlo, el menor atisbo de autocomplacencia es una señal de cobardía. Escribes contra ti primero y luego contra todo el mundo. Te pones a ti mismo contra las cuerdas, es el trabajo más solitario del mundo, no te tienes ni a ti, te presentas completamente despojado, es peor que el amor».
En estas páginas andan los momentos de los que se nutre la vida, los hijos, los amores, las clases de yoga, las visitas al psiquiatra, los encuentros fortuitos, los reencuentros, los paseos por el barrio, la escritura, la seducción y el paso del tiempo, las disquisiciones sobre la verdadera elegancia, Proust, las lecciones literarias y vitales de Chéjov, y el amor, siempre el amor.
«En el amor nada es una pérdida de tiempo, todo sirve, la experiencia más banal, más absurda, más ridícula, más humillante, más dolorosa, sirve, nada cae nunca en saco roto. Es imposible perder el tiempo con el amor, enamorarse −aunque solo sea durante dos días, aunque sea tontamente, aunque sea por despecho o por aburrimiento o por curiosidad− sirve siempre precisamente para lo contrario, para ganar tiempo».
«Hay que oscilar entre la pasión y la sangre fría, sin detenerse en los términos medios.»
El título es la expresión más justa de este libro "Las palabras justas", se trata de un diario sumamente expresivo, un relato de la vida, con días tristes y días felices, escrito sin subterfugios y son estrategias ridículas de pudor y precaución.
«Uno escribe solo ante el peligro, no hay otra manera honesta de hacerlo, el menor atisbo de autocomplacencia es una señal de cobardía. Escribes contra ti primero y luego contra todo el mundo. Te pones a ti mismo contra las cuerdas, es el trabajo más solitario del mundo, no te tienes ni a ti, te presentas completamente despojado, es peor que el amor».
En estas páginas andan los momentos de los que se nutre la vida, los hijos, los amores, las clases de yoga, las visitas al psiquiatra, los encuentros fortuitos, los reencuentros, los paseos por el barrio, la escritura, la seducción y el paso del tiempo, las disquisiciones sobre la verdadera elegancia, Proust, las lecciones literarias y vitales de Chéjov, y el amor, siempre el amor.
«En el amor nada es una pérdida de tiempo, todo sirve, la experiencia más banal, más absurda, más ridícula, más humillante, más dolorosa, sirve, nada cae nunca en saco roto. Es imposible perder el tiempo con el amor, enamorarse −aunque solo sea durante dos días, aunque sea tontamente, aunque sea por despecho o por aburrimiento o por curiosidad− sirve siempre precisamente para lo contrario, para ganar tiempo».
Un libro bastante malo, no tiene ni frases memorables, ni personajes bien construidos, pero qué puedo decir? Soy fan de Milena así que puedo leer cualquier cosa que escriba, puedo escucharla horas hablar de moda, frivolidad, amores, hombres, el amor a los hijos y a los muertos amados que ya no están. Así que la pasé bien leyéndolo
Te identifica
Que buen chisme de la vida se avienta la autora, ame su humor
Me recordó a Apegos feroces de Gornick. Va del duelo de la madre y todo lo que una mujer puede analizar de su vida y su afectos. Me gustó que la protagonista fuera tan desdachatada, que me cayera gorda y me hiciera reír.
Una lectura amena, ágil y con momentos muy profundos.
Me encanta
Extraordinaria!
Está interesante me gustó😃