empecé a reflexionar sobre el significado de ese infierno que Strindberg había descrito tan despiadadamente. Y, mientras cavilaba, empezó a aclarárseme el misterio de su peregrinación, el vuelo que el poeta hace sobre la faz de la tierra y después, como si le hubieran ordenado representar un drama perdido, el heroico descenso hasta las propias entrañas de la tierra, la tenebrosa y temible estancia en el vientre de la ballena, la sangrienta lucha por liberarse, por salir limpio del pasado, un dios sol brillante y sangriento reflejado en una playa extraña