Sophie Kinsella

Así que estoy esperando mi momento, como un surfista espera su ola.

Mi padre siempre me dice: «Si quieres el perro, acepta las pulgas»

«Si quieres el perro, acepta las pulgas».

«Ya sé que estáis ahí fuera, ya sé que es horrible y que yo estoy a salvo aquí dentro, pero yo también he sufrido lo mío, así que dejadme leer mi Kindle en paz sin lanzarme miradas asesinas, ¿vale?».

encima un montón de encuestas y Rosa hace circular una caja de caramelos retro. Justo me estoy planteando a qué hora parar a

pero ahora ha perdido mucho», y pasa al siguiente.

Demeter intimida. Es difícil de impresionar. Siempre ha tenido un mejor fin de semana que el resto, siempre tiene una anécdota mejor que contar de sus vacaciones; si alguien ve a una persona famosa por la calle, resulta que siempre fue a clase con ella

(En realidad, no tiene nada que ver con la Tate Modern. Mal ejemplo.)

Mi padre siempre me dice: «Si quieres el perro, acepta las pulgas». Y yo quiero ese perro. Por eso estoy aquí.

Me late el corazón muy fuerte y todo a mi alrededor parece un poco más nítido que de costumbre

Mis raíces son otro cantar».

—¡Eres un ángel! —Demeter me dedica una de sus arrebatadoras sonrisas—.