No puedo dejar de evocar a Gabriela Mistral72 y su mirada sobre la harina: “La harina materna, hermana verdadera de la leche, casi mujer, madre burguesa de cofia blanca y pecho grande…Harina-madre y también niña eterna, mecida en el arrozal de pliegues grandes, hijita con la que los vientos juegan sin verla, tocándole el rostro sin conocérselo”73. Del mismo modo, la leche, que será la base para salsas, quesos, cremas y yogurt, así como los huevos para las variedades de pasteles dulces, son protagonistas relevantes.