En los demás capítulos analizaré los fenómenos que de alguna manera todavía respetan la verdad, aunque sea solo para debilitar o empañar el valor que conlleva o representa, ya que, como se verá claramente a lo largo del libro, la verdad no «tiene valor» en sí misma. Algunas verdades son estúpidas o irrelevantes, mientras que algunas falsedades son muy potentes y reveladoras.