Xavi Pérez Navarro

«Hay un antes y un después de este día en mi vida»

Te das cuenta de que alguien ha tatuado el miedo, el rechazo y todo este malestar en tu ADN, y que esto ha marcado tu vida. Siempre me había dedicado a salir adelante con estas marcas y no sabía por qué. Yo no vivía. Sobrevivía. Y no es lo mismo, créeme.

un abuso no es solo lo que pasa en un bosque, unas escaleras, una habitación, una clase, un despacho o un coche. Al contrario. Un abuso es también todas sus consecuencias.

el miedo, el silencio y el olvido eran, son y serán cómplices del verdugo.

Las víctimas necesitan hablar porque saben que de este modo pueden ayudar a otros y también ayudarse a sí mismos. Son voces que solo piden una cosa: que les escuchemos.

El testimonio de las víctimas es vital para que la sociedad entienda que, por mucho que los hayamos ignorado y los hayamos convertido en un tema tabú, los abusos sexuales han existido, existen y existirán.

Él puso nombre a todo lo que, para mí, no tenía. Bautizó lo que yo había sufrido. Leyendo, encontraba la explicación a cosas que me pasaban y que yo no relacionaba con lo que me hicieron de pequeña.

No te imaginas cómo pueden ser
de largos los fines de semana
para una niña que no tiene a nadie.

Tiene una sensibilidad extraordinaria que combina la sutileza original de la seda con los zurcidos y los parches de esparto para suturar las heridas de la infancia.

cosas de una niña sin madre –añade mientras alarga la sonrisa para quitarle hierro al asunto.