y fuera hacía frío y tendría que haberme llevado una manta para ponerme sobre los hombros, sólo que ya era demasiado tarde. atravesé el patio y trepé por encima de la puerta y entré en el prado y ahí había escarcha, porque a la luz de la luna la hierba estaba plateada. y la vaca me miró y no se movió, porque es la vaca de la casa y por eso está acostumbrada a la gente y creo que incluso le gusta tener compañía. y entonces fui andando hasta donde estaba ella y ella me dejó arrodillarme a su lado y apoyarme contra ella. estaba caliente y tendría que haberme quedado ahí. y ojalá me hubiera quedado ahí, pero no.