— a las preguntas fundacionales: ¿de dónde vengo?, ¿hacia dónde me dirijo? y, sobre todo, ¿qué debo hacer?... Los seres humanos, en cuanto seres finitos, necesitamos sentirnos protegidos por estos horizontes. Sin ellos habitaríamos una existencia vacía, o, para decirlo con Beckett, un interior sin muebles