Marwan

el verso definitivo que persiguen los poetas porque lo tiene todo

Y todos dirán

ahí vienen dos que se aman, dos que van a ser libro

Y diremos yo quiero ir a la guerra, para pararla,

yo quiero ir a tu risa, para mojarme,

yo quiero inventar un nuevo tiempo verbal en tus caderas

una acción que nunca termine.

¿No lo ves?

La felicidad también es un lugar.

Somos nosotros.

Lo importante es que en algún punto,

aunque fuera breve,

ella y yo nos encontrábamos.

Eso es la poesía.

Mujer con risa, con rosa, en verso o en prosa, poema en mis manos, que rompa cada mañana el despertador. Que cuando bese dispare a matar.

Mujer que no quiera ser besada por partes, ni sexo cansado, que diga que hay prórroga y sea en su cuerpo.

Mujer que me diga mira, esto es la calma, esto ya es nuestro, que tenga una aerolínea en los muslos y sepa salir a la calle a gritar cállate a mis inviernos.

Mujer imperfecta, que sepa que no está aquí para satisfacerme sino vivirnos, bebernos, vibrarnos, caminarnos, navegarnos, aprendernos, participarnos, sobrevolarnos, torcernos y tratar de salir mejorados.

Mujer que al mirarla nunca me recuerde a la palabra tarde.