Frank Báez

he tratado de escribir un poema de amor
pero los poemas nunca dicen lo que uno quiere decir
o puede que digan exactamente lo que uno quiere decir
y lo que no sabemos es qué es lo que tratamos de decir

las recepcionistas y las masajistas
se saben de memoria mis poemas
las viejas con quienes juego bingo
lloran con los lentes puestos
recordando mis poemas

y tan pronto el poeta acaba su casa
ya esta no le pertenece

que a veces se meten en la boca una escopeta tan sólo porque
[les falta
lo que hay dentro de un poema,

repente el poema
[es como
un bar donde la gente fuma y grita y la única persona que no
pertenece ahí soy yo.

Ando por los cuatro puntos cardinales buscándome
en procesión con todas las que fui
y con las que seré y con las que no he de ser.

que el poeta con las palabras construye casas
para los lectores, esos que son unos hipócritas y se van sin pagar

La que bebe café en las paradas,
la buscamacho, la pitonisa, la megapoeta,
la que llora al final de la película
sin que nadie la abrace.

Cuando el sol te deja solo.
Cuando un sonido se ha ido.
Cuando no haya sido habrá sida.
Cuando haya sida habré sido.

pegas el oído en la pared y te esfuerzas
por escuchar el latido del silencio,
pero no hay silencio de ese lado,