Se llamaba dialéctico porque siempre ponía en cuestión lo que creía saber. Lo exponía, lo discutía, lo enfrentaba con otros saberes, lo ponía a prueba. ¿Cómo? Charlando con sus discípulos en un διάλογος, que se pronuncia diálogos. Diálogos significa hablar con razón, o razonando, y de ahí viene διαλεκτικός o dialektikós, de donde sale la dialéctica, que podríamos traducir como la manera de buscar la verdad mediante la palabra. ¡Cómo mola el griego