Si hablamos de dinero, todo es terror. Pienso mucho en el dinero. Tú también debes pensar mucho en el dinero, ¿no? Aunque probablemente en un sentido muy diferente al mío. Yo no debo nada a la Agencia Tributaria. Tengo un certificado acreditativo de estar al corriente en el cumplimiento de las obligaciones tributarias. Me encanta pagar impuestos. También me da miedo tener menos cien euros en la cuenta. La última vez que me pasó fue uno de los momentos más terroríficos de mi vida. El fantasma de los cien euros. Me da mucho más miedo ahora porque tengo que cuidar de mi madre. A ambas nos espera un futuro muy crudo a nivel económico y, a no ser que nos toque la lotería que nunca compramos, me parece que la voy a tener que ayudar. Me da miedo morir y no poder cuidar de mi madre. Me da miedo morir y que mi funeral les cueste mucho dinero a mi madre y a Néstor. Me da miedo envejecer y no tener dinero. No quiero que vuelva el fantasma de los cien euros. Me da miedo vivir y me da miedo morir, y ambos miedos están relacionados con el dinero. Me da miedo que todo vaya bien y me da miedo que todo vaya mal. Quizá tenga que poner un cuchillo debajo de mi almohada para protegerme del miedo. Quizá tú también tengas que ponerte un cuchillo bajo la almohada para que no venga el duende de Hacienda