koala tiene garras.
—Pero las tiene escondidas. El lobo feroz, en cambio, tiene colmillos. Fíjate en el rostro del koala: ojos grandes, morro corto y frente abombada. Es lo que caracteriza la cara de un niño. ¿Y cómo andan los niños? Con torpeza, están a punto de caerse todo el rato. La torpeza es fundamental para despertar ternura. Más cosas: brazos cortos y piernas cortas