La expresión «del que es y que era y que ha de venir» presenta algunas enseñanzas. Primero, «del que es», eternidad. Segundo, «y que era», inmutabilidad. Tercero, «y que ha de venir», retorno a la tierra. En Hebreos 13:8 leemos: «Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos». Él, siendo inmutable, hace que sus promesas tampoco cambien. Él «ha de venir en secreto para su Iglesia» (1.a Tesalonicenses 4:16-17); a esta venida se la conoce como el rapto o traslación. Jesús vendrá públicamente para el mundo en su revelación (Apocalipsis 1:7)