Gabriel Pacheco

Deberíamos ser capaces de marcharnos, de construir moradas para luego abandonarlas.

¿es este el aroma de quienes confían en que la vida no va a traicionarlos?

Así que soy un cuenco.

Algo vacío.

Andar un kilómetro o dos para llegar a la vida.

Apártame de ese sepulcro que guarda lo que antes era todo para mí.

el dolor cumple su ciclo. La vida se encoge de hombros.

No sé cómo seguir acariciando cenizas.

Cuánto ha perdido quien pierde un regazo.

Ya no tengo nada. Solo una fuente inagotable de noches frías, metálicas.

Cómo se mecían los árboles en tus pupilas.