Alexandre Dumas

Se ha sufrido muchas veces lo bastante para tener el derecho de no decir jamás: soy demasiado feliz.

Siempre tiene uno prisa por ser feliz, señor Danglars; porque quien ha sufrido mucho, apenas puede creer en la dicha

Por vos y por los vuestros (por los vuestros entiendo vuestros parientes y amigos) no soportéis nunca nada salvo del señor cardenal y del rey.

Por vos y por los vuestros (por los vuestros entiendo vuestros parientes y amigos) no soportéis nunca nada salvo del señor cardenal y del rey.

Por el valor, entendedlo bien, sólo por el valor se labra hoy día un gentilhombre su camino.

tiembla un segundo deja escapar quizá el cebo que precisamente durante ese segundo la fortuna le tendía

No temáis las ocasiones y buscad las aventuras

«Esta es la tercera vez que os escribo para deciros que os amo. Tened cuidado de que no os escriba una cuarta vez para deciros que os detesto.

y pensad en mí, que beso tiernamente vuestros ojos negros.

¡Adiós, o mejor, hasta luego!»

¡Oh hermosa vida! Sí, somos jóvenes. Sí, aún tendremos días felices. ¡Óh, para ti, para ti, amor mío, mi sangre, mi vida, todo, todo, mi bella dueña!