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Afortunadamente había traído
conmigo un libro tuyo,
y mientras lo leía comprendí
que estaba ofrendando
mis ojos
a tus versos.
conmigo un libro tuyo,
y mientras lo leía comprendí
que estaba ofrendando
mis ojos
a tus versos.
Él pensaba que había terminado
de leer en voz alta el poema
cuando, pasando a su lado, viéndola,
comprendió que al poema que leyó
le faltaba un verso.
Y ese verso era ella
de leer en voz alta el poema
cuando, pasando a su lado, viéndola,
comprendió que al poema que leyó
le faltaba un verso.
Y ese verso era ella
En el momento de la despedida
el abrazo más bello
es aquel en el que los cuerpos
que se abrazan
ya no sienten los cuerpos.
Con su abrazo han deshecho
la eterna y terrible dualidad
de la carne,
pues ya solo sienten
la unidad de dos almas,
la unidad de las almas.
el abrazo más bello
es aquel en el que los cuerpos
que se abrazan
ya no sienten los cuerpos.
Con su abrazo han deshecho
la eterna y terrible dualidad
de la carne,
pues ya solo sienten
la unidad de dos almas,
la unidad de las almas.
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