Anastasia Untila

  • Havenflyje citiraoпре 2 године
    La misma ciudad donde la esperaba Vincent Russell sin saber que no faltaba mucho para que sus miradas se vieran por primera vez.
  • Havenflyje citiraoпре 2 године
    —¿Quieres que dependa de tu manera de besar?

    Entre ellos se respiraba una tensión que Aurora pocas veces había sentido.

    —También podríamos olvidarnos de los preliminares y que ya dependa de mi manera de follar.
  • Havenflyje citiraoпре 2 године
    —Así que no estoy tratando con ningún asesino en serie —concluyó siguiendo el juego que habían iniciado minutos antes. Aquello robó una pequeña risa al hombre desconocido.

    —No; con un detective, más bien —respondió sin imaginarse siquiera que le había revelado esa información a la ladrona más buscada de todos los tiempos—. Vincent Russell, un placer.
  • Havenflyje citiraoпре 2 године
    —¿Y si te dijera que la ladrona de guante negro estaría dispuesta a negociar contigo?
  • Havenflyje citiraoпре 2 године
    —Si crees que puedes comprarme con palabras…

    —Lo digo en serio —respondió con decisión—. Ten cuidado con ese policía, porque, si llega a atraparte…, deseará no haber nacido.

    Una amenaza directa.

    —No pasará.
  • Havenflyje citiraoпре 2 године
    Estaré encantada de aceptar tan extraordinario desafío y hacerme con el Zafiro de Plata. Nos veremos el día treinta y se lo robaré sin que se dé cuenta.

    Con amor,

    La ladrona de guante negro
  • Havenflyje citiraoпре 2 године
    —Porque toda la familia murió y nadie continuó con su apellido.
  • Havenflyje citiraoпре 2 године
    —Nina —susurró Aurora—. Voy a hablar.

    La primera vez que lo haría.

    —Copiado.
  • Havenflyje citiraoпре 2 године
    —Me estás subestimando, inspector —murmuró—. Y te puedo asegurar que no me ando con rodeos. Como alguien haga un solo movimiento, la próxima bala irá directamente a su cabeza.
  • Havenflyje citiraoпре 2 године
    Vincent Russell había decidido entrar en escena, aunque con sus propias reglas. Y la reina del tablero, sin mostrar una pizca de flaqueza, alzó un poco la barbilla ante la voz conocida.
fb2epub
Prevucite i otpustite datoteke (ne više od 5 odjednom)