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Ana María Shua

Contra el tiempo

  • (esc) rito de iniciaciónje citiralaпре 3 године
    «El cuentista, como todos, tiene sus ilusiones. El cuentista cree que hay un detalle del universo que lo explica y lo contiene: con su red y su lazo sale a la caza de ese ínfimo detalle esquivo. El universo, sin embargo, no tiene explicación ni tiene límites. De ese fracaso nace el cuento».
  • (esc) rito de iniciaciónje citiralaпре 3 године
    Lo que no le interesa a los adultos, aburre a los chicos.
  • Miguel Ángel Vidaurreje citiraoпре 3 године
    Mel Brooks dice «Tragedia es cuando uno se corta un dedo; comedia es cuando el otro va caminando, se cae en una alcantarilla y se muere»
  • Krishna Hare Krishnaje citiraoпре 3 године
    os humanos somos así: cuando te va bien, te creés que todo te lo conseguiste solo. Cuando te va mal, recién empezás a respetar la suerte, el destino.
  • (esc) rito de iniciaciónje citiralaпре 3 године
    escritor se repite inevitablemente. Te das cuenta leyendo a los más grandes. Se salvan solamente los que dejan de escribir, como Rulfo pero… ¿no es triste?
  • (esc) rito de iniciaciónje citiralaпре 3 године
    Escribir mi propia literatura es como nadar en el mar, de noche, en la tormenta.
  • (esc) rito de iniciaciónje citiralaпре 3 године
    Leo siempre, todos los días, no hay épocas en que no tenga un libro empezado, no sabría qué hacer sin la lectura. «¿Cuántas horas por día dedicás a la lectura», me preguntó una vez, solemnemente, un amigo psicoanalista. Lo miré con sorpresa. Nunca se me había ocurrido contarlas. Leo en los intersticios de la vida. Eso parece poco, pero es mucho. Leo en todo momento, cuando no estoy haciendo otra cosa que me lo impida. Quiero decir, leer es el estado natural del ser humano, ¿verdad? Leer es lo que uno desearía estar haciendo siempre. Se trata de tener algo para leer siempre a mano: en la cartera, en el bolsillo, en el baño, en la mesa de luz, en el estante, en la computadora, sobre la mesa de la cocina y la del comedor, en casa de amigos y parientes, en la oficina. Entonces uno abre el libro, se zambulle y zas. Allí se va, leyendo, por el río de las palabras. Sí, es lectura escapista. Houdini lector. Leo como quien respira. A veces es inevitable contener el aliento, pero en cuanto saco la cabeza fuera del agua (ese efecto se produce, curiosamente, cuando me sumerjo en la lectura), otra vez estoy allí, leyendo. En los vehículos de transporte, qué maravilla. En el metro, por ejemplo, en horas pico, con los brazos levantados, apoyando el libro sobre la nuca o la espalda de un desprevenido compañero de viaje. En el metro vacío, cómodamente sentada, un poco culpable siempre por mi ausencia de la realidad. ¿Sobre qué voy a escribir si no miro, si no sé, si no estoy? Leo en el baño, siempre y largamente. En la cama, ¿por qué no? Pero qué bueno en la cocina, comiendo, simultaneidad del placer. En los bares, tomando cortaditos. En los aeropuertos, casi sin mirar el reloj. En la bañadera. Caminando. He llegado a caerme en un pozo por leer en la calle, pero no por culpa mía, fue el pozo artero que me atacó, disfrazado con un plástico negro. En las colas de oficinas públicas y bancos y supermercados. (Ah, con qué gusto extraigo mi libro mágico en todos los lugares donde no quisiera estar). ¿Dónde no leo?, debería preguntarme. Nunca leo en la ducha, ni cruzando la calle, a menos que haya luz verde.
  • (esc) rito de iniciaciónje citiralaпре 3 године
    Todavía hay una crítica académica que tiende a separar a las mujeres de la corriente general y ponerlas aparte. Como si no pertenecieran a ninguna tendencia, a ningún género literario, a ningún grupo. Se las agrupa en un capítulo aparte por su sexo, y me niego a usar la palabra género en este caso: se las aparta por su útero, por sus mamas, por sus caderas. Antes lo hacían los académicos misóginos. Ahora lo hacen las académicas feministas. El resultado es exactamente igual: deplorable. Se trata a la literatura-escrita-por-mujeres como si fuera un género literario. Y no lo es. Espero que este desagradable corralito para encerrar mujeres desaparezca de una vez y podamos compartir espacios con nuestros colegas varones. Creo que con las escritoras de tu generación ya está sucediendo.
  • (esc) rito de iniciaciónje citiralaпре 3 године
    En buena parte de lo que escribo para chicos decidí dejar de lado el humor porque creo que en la literatura infantil argentina sobra humor y faltan otras emociones/sensaciones/sentimientos.
  • (esc) rito de iniciaciónje citiralaпре 3 године
    En el caso de la novela, consigo reducir la angustia obligándome a escribir sólo una página por día (si puedo escribir más, bienvenido sea, pero no estoy obligada). Una página por día es mucho. Aún sin fines de semana, da más de doscientas cincuenta páginas por año. Ninguna novela me llevó menos de dos años. Tarde cuatro en escribir El libro de los recuerdos.
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