Gracias a todos los astros de mi constelación amical, cuyas lecturas, sugerencias, generosidad o simples conversaciones han deshecho, rehecho y perfeccionado el libro: Sami, Annie, Elgas, Laurent, Lamine, Anne-Sophie, Aminata, Aram, Khalil, Ndeye Fatou, Yass, Ndeko Philippe, Fran, Abdou Aziz. Hay una parte de cada uno de vosotros en este libro: la parte inestimable de la amistad.
Y acabo con Mellie, mi brújula y la de este libro, que se habría perdido en la Noche sin tu presencia.