“El signo de los cuatro” es una de las obras fundamentales de Arthur Conan Doyle, publicada por primera vez en 1890. En esta novela de misterio, se presenta una intrincada trama que combina el delito con la aventura, llevando al lector a través de un enigma que involucra un tesoro escondido, traiciones y un profundo trasfondo histórico. El estilo literario de Doyle se caracteriza por una prosa clara y precisa, que logra crear una atmósfera tensa y envolvente. La obra se sitúa en la era victoriana, reflejando las inquietudes sociales y científicas de su tiempo, en especial la fascinación por la criminología y la psicología del crimen. Arthur Conan Doyle, médico de profesión, encontró en la creación de Sherlock Holmes un canal para explorar su interés por la ciencia y la lógica. Su experiencia en el ámbito médico y su formación académica le permitieron construir un personaje que no solo era un detective excepcional, sino también un reflejo de la era moderna en la que vivía. “El signo de los cuatro” es, de hecho, una obra que consagra a Holmes como icono cultural y establece el tono para futuros relatos donde la deducción se convierte en la clave para desentrañar la verdad. Recomiendo “El signo de los cuatro” no solo a los aficionados del género de misterio, sino también a aquellos interesados en el desarrollo del personaje de Sherlock Holmes y su entorno. La novela ofrece una visión rica y matizada de la mente humana en su lucha contra el crimen, haciendo de esta lectura una experiencia imprescindible en el canon literario.