Pacho es una de esas personas con ese extraño don para estar siempre en el momento y lugar adecuados. Solo así se explica que llegase a Chicago sin saber muy bien qué hacer, y acabase convirtiéndose en un reputado periodista musical, teniendo la suerte de vivir (de primera mano) el nacimiento del blues de Chicago o el rock and roll de Memphis en los años 50, el soul de Detroit en los 60, la explosión del punk en Nueva York y Londres a finales de los 70, el grunge en Seattle a comienzos de los 90, y entre medias, haber estado en el Verano del Amor en San Francisco, en el festival de Woodstock del 69, y sobre todo, el haber tenido la oportunidad de conocer a gente tan fascinante como Chuck Berry, Elvis Presley, Johnny Cash, Jim Morrison, Jimi Hendrix, Sam Cooke, Etta James, Janis Joplin o Kurt Cobain. Ya retirado, y de vuelta a su lugar de nacimiento, Pacho conoce a Jorge (el hijo de una de sus primas), un adolescente amante del punk con el que hará buenas migas y al que le contará todas estas vivencias que forman parte capital en la historia de la música popular.