No considerar el largo plazo. La planificación a largo plazo es esencial en los proyectos de los emprendedores. Saber administrar los movimientos futuros del negocio ayuda a mantener las operaciones saludables. Los emprendedores suelen ser muy inmediatistas e impacientes, lo que perjudica el resultado favorable de los proyectos. Para conciliar una visión de largo plazo, es necesario generar metas intermedias concretas de corto plazo. El ejecutivo tiene un ciclo de planificación de un año, el emprendedor de un día o una semana.
2. No tener control financiero. Además de desconocer buena parte de los conceptos de finanzas, que son indispensables para llevar a buen puerto un emprendimiento, faltan controles financieros. Muchos emprendedores le dan importancia a las planillas de cuentas por pagar y al flujo de caja. Las empresas creen que son controles financieros, pero son sólo controles de caja o tesorería.
El control financiero incluye indicadores basados en datos contables y tributarios de la empresa, que mantiene información estadística de años anteriores que permite estudiar el pasado