Cuando éramos hermanas

Nunca lo volveríamos a ver. No nos llevaron a ver a nuestro padre para decirle el último adiós, como yo iré a ver el cuerpo de mi hermana al depósito de cadáveres, Ni nadie habló de su muerte ni casi nada de su vida. Eso forma parte del silencio que nos rodea

Ahora madre nos dice con una voz que suena seca y enfadada que nuestro padre ha muerto. Es la misma voz que oiré cuando me comunique la muerte de mi hermana

¿Por qué está tan enfadado? No lo entendemos. ¿Es porque su madre le pegaba con un cepillo para el pelo, porque los niños se burlaban de él en el colegio o porque él, a diferencia de nosotras, no tiene dinero? ¿O es la soltura de mi hermana, su franqueza, su amor por la vida lo que le molesta con tanta intensidad?

Parece decir que mientras nosotras hemos perdido el tiempo con relatos, él ha estado estudiando las cosas esenciales de la vida: la anatomía del cuerpo humano, el corazón y los pulmones, la sangre que recorre las venas y las arterias, la vida y la muerte.

Lo que sobre todo recuerdo de ella es su risa luminosa, el conmovedor sonido de esa risa

Todas las tardes hacemos el amor en el dormitorio soleado. Yo suspiro y hago los sonidos que he oído en las películas, aunque el auténtico placer no llegará hasta mucho más tarde. Con facilidad, mucha facilidad, jóvenes, sanas y fértiles, mi hermana y yo quedamos embarazadas. Nuestros maridos parece que nos prefieren embarazadas. La píldora todavía es controvertida, el ginecólogo de Maxine no la recomienda. Produce varices, dice.

Todas las tardes hacemos el amor en el dormitorio soleado. Yo suspiro y hago los sonidos que he oído en las películas, aunque el auténtico placer no llegará hasta mucho más tarde. Con facilidad, mucha facilidad, jóvenes, sanas y fértiles, mi hermana y yo quedamos embarazadas. Nuestros maridos parece que nos prefieren embarazadas. La píldora todavía es controvertida, el ginecólogo de Maxine no la recomienda. Produce varices, dice.

Aunque dejé que pasase, y no hice nada para pararle excepto ofrecerle mi cuerpo tenso y nada dispuesto, en cierto modo sentía que algo del interior de mí misma había sido profunda e irrevocablemente violado.

Me siguió por el pasillo, lo mismo que yo la había seguido a ella de niña por el jardín, haciendo lo que hacía ella, como después desearía seguirla cuando su muerte

Solo más tarde supe el significado de aquello, y deseé con todo mi corazón que la mujer hubiera tenido el valor de explicar lo que de verdad quería decir. ¿Qué secretos oscuros había descubierto ella? ¿Por qué no se atrevió a contarle a mi hermana lo que sabía? ¿A qué le tenía miedo?

Muchas cosas no dichas, sin saber