Pero debo cumplir mi parte del deseo que he pedido a la luna llena… «que sea el hombre más feliz del mundo», esas son las palabras que pronuncié en mi mente mientras aún estaba frente a él, aunque una parte de mí acababa de morir, solo tengo clara una cosa, deseo que sea feliz sobre todas las cosas, y aunque yo jamás pueda sentirme completa, solo podré sentirme mejor si sé que uno de los dos, vuelve a amar.
Caminaré por caminos distintos a los suyos, pondremos océanos entre nosotros, pero ni con eso podré dejar de quererle. Después de mucho pensar, prefiero haber conocido ese amor tan intenso, aunque haya sido breve, que haberlo anhelado el resto de mi vida.