Triste tigre

Una vez más, el lenguaje se vuelve tortuoso cuando se trata de pasar de una esfera a otra. En la esfera del trauma, las palabras que utilizaba mi agresor se convirtieron en tabú para mí, están marcadas por la abyección. Es una coincidencia

el que escribe, pinta, dibuja, solo puede hacerlo porque ya salió del infierno.

No hay final feliz para alguien que ha sufrido abusos en su infancia.

víctimas de abuso sexual infantil también son personas normales, que practican taekwondo, natación o espeleología.

¿Qué hay detrás de esa mirada? ¿Qué es lo que nos fascina de los criminales, los monstruos? Creemos que poseen la respuesta a uno de los mayores enigmas de la existencia: el mal

Cuando se trata de esa época no percibo esa extrañeza de la que hablan los autores que trabajan con fotos de su pasado, porque yo nunca salí de allí. Siempre está en presente. Soy yo, y es ahora.

tragedia te pasa por encima, por encima del cuerpo, pero al mismo tiempo ocurre fuera de ti.

Representa la mezcla de perplejidad e incomodidad que siento frente a la extrema violencia sin violencia que son los abusos.

cuidado con mis palabras, siempre llevan máscaras. No tomes este texto en su conjunto como una confesión. No hay diario íntimo, no hay sinceridad posible, no hay mentira tampoco. Mi espacio no está entre estas líneas, no está en ninguna parte, solo existe dentro de mí.

que hay que ver. Y lo que atrae quizá sea simplemente la posibilidad de destruirla.