Utiliza la frase «siento esto porque yo...» para recordarte que lo que sientes no es por lo que ha hecho la otra persona, sino por lo que has elegido pensar.
Para mí, lo que estamos viviendo internamente se puede entender mejor identificando cuáles son nuestras necesidades. Pregúntate: «¿Cuáles son mis necesidades en esta situación?».
Cuando estoy conectado con mis necesidades, tengo sentimientos intensos, pero jamás ira. Para mí la ira siempre es el producto del pensamiento alienado de la vida, violento y provocador.
Matar a alguien es algo muy superficial. Para mí, cualquier forma de asesinar, culpabilizar o herir a otras personas es una manifestación muy superficial de la ira.
Nuestra finalidad es mantener, en todo momento, nuestra atención conectada con la vida, con la vida que hay en nuestro interior. ¿Cuáles son nuestras necesidades en este momento y qué está vivo en los demás?
La tristeza es un sentimiento que nos impulsa a satisfacer nuestras necesidades. La ira es un sentimiento que nos impulsa a culpabilizar y a castigar a los demás.
Expresar plenamente la ira no solo significa que he de expresar los profundos sentimientos que hay tras ella, sino que ayudo a la otra persona a que me entienda.