He decidido que no puedo seguir viéndote. Iba a decírtelo en cuanto entraste. ¿Y sabes por qué? Porque no puedo seguir perturbado por ti. Y lo estaré si sigues viniendo aquí. No: ésta no es una manera indirecta de pedirte que te cases conmigo. Por el contrario, estoy tratando de hacerlo imposible. Tú sabes lo que soy yo, y sabes que tengo bastante edad como para ser tu padre. Además, no soy hombre de quien pueda fiarse una mujer