“Dejemos que los movimientos sean ellos mismos: formas como cicatrices de otras transformaciones.”
Es este un libro nómada, compuesto de escritura e imágenes decantadas en tiempos de espera y de tránsito; entre teatros, antes o después de bailar. materia resonante discurre a través de una topología vibrante de las rugosidades y tensiones de la carne, ofreciendo la parte reversible de su memoria. Una poética hecha de tejidos, pulsiones, sombra, carbón, humo, tinta, agua, hueso… y todas esas materias que los cuerpos conocen: presencias y ausencias simultáneas que recuerdan un otro cotidiano posible. Bailar es asumir ese equilibrio cambiante. Una idea radical contada con gestos, el animal que sale al paso.