Que pase algo pronto

El problema, más bien, es que mis ojos tienen la tendencia a escaparse cuando les devuelven la mirada, y hacen esa cosa loca que es posarse justo encima de una ceja u al costado, en una sien.

La lentitud es una afrenta para el sistema nervioso del capital.
Vivian Abenshushan

Una vez una tía mía en una discusión familiar dijo: «Yo grito todo lo que quiero, para eso está mi casa, carajo». Creo que el «para eso» fue un faro: la casa como el lugar del que una se hace para poder gritar

Quería no tener nada que hacer, pero sobre todo, no tener que hacer nada que no quisiera

La lentitud es una afrenta para el sistema nervioso del capital.

Vivian Abenshushan

Quería no tener nada que hacer, pero sobre todo, no tener que hacer nada que no quisiera.

¿Por qué creía que la Chica era tan transparente que se la podía leer como si fuera una caligrafía prolija?

Creo que en alguna parte de mí, aunque en el momento no lo pueda explicar, me doy cuenta de que algo que debería haber pasado no pasó y que como está llegando la noche entonces ya no va a pasar

El problema, más bien, es que mis ojos tienen la tendencia a escaparse cuando les devuelven la mirada, y hacen esa cosa loca que es posarse justo encima de una ceja u al costado, en una sien. Ojo con ojo nunca. No es timidez, porque de hecho todo estuvo bien, fue uno de esos encuentros amables en los que la conversación fluye sin esfuerzos ni tropiezos, sino una maña estúpida y mía en la que siento que si me miran demasiado y sostenidamente me van a chupar el alma o van a ver algo que no quiero.

Una vez una tía mía en una discusión familiar dijo: «Yo grito todo lo que quiero, para eso está mi casa, carajo». Creo que el «para eso» fue un faro: la casa como el lugar del que una se hace para poder gritar. Igual, no tengo recuerdos de haber gritado nunca acá. No en serio. No con desesperación, desborde o enojo. Pero tal vez un grito sea muchas cosas.