En el fondo, el nacionalismo, la xenofobia y el fascismo no son otra cosa que enmascaramientos ideológicos de esa huida, una huida que lleva de los recuerdos torturantes y reprimidos del desprecio experimentado en otros tiempos al peligroso y destructivo desprecio por el ser humano, que es elevado a la categoría de programa. La crueldad de la que alguna vez el niño fue víctima a escondidas se pone de manifiesto en los grupos juveniles violentos, pero el hecho de que su origen se halle en la infancia no sólo es negado por los afectados, sino, más aún, por el conjunto de la sociedad.
i dont tiksou