El concepto central del budismo Zen, a saber, sûnyatâ (vacuidad), representa en muchos aspectos el concepto opuesto a substancia. La substancia está, en cierto sentido, «llena». Está llena de sí misma, de lo propio. En cambio, sûnyatâ representa un movimiento de ex-propiación. Vacía al ente que persevera en sí mismo, que se aferra a sí mismo, o se cierra en sí. Hunde en una apertura, en una anchura abierta. En el campo del vacío nada se condensa en una presencia masiva. Nada descansa solo en sí.