es
Knjige
William Burroughs

Queer

  • Pavel Lópezje citiraoпре 5 година
    En México el asesinato es la manía nacional.
  • Lilián Hernández Chávezje citiraoјуче
    Ciudad de México es una terminal de viajes por el espacio-tiempo, una sala de espera donde tomas algo rápido mientras esperas el tren. Por eso soporto vivir en Ciudad de México o en Nueva York. Uno no se queda atascado; por el solo hecho de estar allí, uno está viajando.
  • Lilián Hernández Chávezje citiraoјуче
    La fotografía tiene, de hecho, algo de obsceno y siniestro, un deseo de aprisionar, incorporar, una búsqueda de intensidad sexual.
  • Lilián Hernández Chávezje citiraoпре 8 дана
    En toda relación amorosa o de amistad, Lee intentaba establecer contacto en un nivel no verbal de intuición, un intercambio silencioso de pensamientos y sentimientos. Ahora Allerton había interrumpido de manera brusca el contacto, y Lee sentía dolor físico, como si una parte suya que tímidamente se estiraba hacia el otro la hubieran cortado y mirara el muñón impresionado e incrédulo.
  • Lilián Hernández Chávezje citiraoпре 8 дана
    Más noble, pensé, sería morir como hombre que seguir viviendo como monstruo sexual. Fue una vieja y sabia marica, a quien llamábamos Bobo, quien me enseñó que tenía el deber de vivir y llevar orgullosamente mi yugo, a la vista de todo el mundo, para vencer los prejuicios y la ignorancia y el odio con el conocimiento y la sinceridad y el amor. Cada vez que una presencia hostil te amenaza, sueltas una espesa nube de amor como la nube de tinta que suelta el pulpo.
  • Lilián Hernández Chávezje citiraoпре 12 дана
    Lee miró las manos delgadas, los hermosos ojos de color violeta, el rubor de excitación en la cara de niño. Una mano imaginaria se proyectó con tanta fuerza que costaba creer que Allerton no sintiera la caricia de unos dedos de ectoplasma en la oreja, el roce de unos ilusorios pulgares alisándole las cejas, apartándole el pelo de la cara. Ahora las manos de Lee recorrían las costillas, el estómago. Lee sentía la punzada del deseo en los pulmones. Tenía la boca entreabierta, mostrando los dientes mientras ensayaba el gruñido de un animal perplejo. Se relamió los labios.
  • Lilián Hernández Chávezje citiraoпре 12 дана
    En México el asesinato es la manía nacional.
  • Lilián Hernández Chávezje citiraoпре 12 дана
    Lo que Lee buscaba en toda relación era la sensación de contacto.
  • Miguel Ángel Vidaurreje citiraoпре 12 дана
    La mañana en que Jack Kerouac llegó al número 210 de la calle Orizaba, el primer sábado de mayo de 1952, las señoras* de la calle cocinaban tortillas y la radio tocaba música de Pérez Prado. El sonido de big-band del rey del mambo cubano, últimamente apodado el Glenn Miller de México, era irónicamente música ambiental suave para lo que Kerouac encontró en el apartamento número 5, su viejo amigo William Burroughs, que se le apareció esa mañana de mayo «como un genio loco en habitaciones revueltas»
  • Lilián Hernández Chávezje citiraoпре 13 дана
    Lee se desmorona porque su deseo hacia Allerton literalmente lo destroza.
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